/ martes 3 de diciembre de 2024

Ágora / Lo que se mide se puede mejorar

Alexander von Humboldt, naturalista y explorador prusiano que recorrió nuestro país a principios del siglo XIX, definió a México como el país de la desigualdad. A más de dos siglos de distancia, la pobreza y la enorme brecha social sigue caracterizándonos pues somos una nación de profundos contrastes y problemas acendrados desde hace siglos.

En un país de más de 130 millones de habitantes, implementar políticas públicas que abatan el rezago social y la marginación, es una tarea titánica. Justamente por ello, en 2005 fue promulgada una nueva Ley General de Desarrollo Social, con la que se creó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social, CONEVAL, órgano encargado de evaluar la política social, medir la pobreza y la desigualdad, transparentar la efectividad de los programas sociales, emitir recomendaciones y fomentar la transparencia y la rendición de cuentas sobre la gestión social en México.

El CONEVAL ha contribuido a fortalecer la coordinación entre las dependencias y entidades encargadas de combatir la pobreza, cuya medición es multidimensional, ya que considera factores como la desigualdad económica, la falta de acceso a la educación, la precariedad laboral, la movilidad social y la falta de seguridad social, entre otros.

Para abordar los desafíos que históricamente ha enfrentado México para abatir el rezago y la pobreza, es fundamental implementar políticas públicas asertivas encaminadas a promover la inclusión social, la educación de calidad y la creación de empleos dignos.

De acuerdo con el Informe Anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social 2024, emitido por esta institución, en México hay aproximadamente 43 millones de personas en situación de pobreza, siendo la pobreza laboral y la falta de acceso a oportunidades dos de los principales desafíos para el país.

Es innegable que pese a los programas sociales que fueron implementados en México por el PRI desde hace varias décadas, no se ha logrado cerrar la brecha de desigualdad en la que viven millones de mexicanas y mexicanos y, por el contrario, durante el sexenio del presidente López Obrador el número de personas en situación de pobreza se incrementó de manera alarmante en México.

Por si el fracaso de la política social de Morena fuera poco, ahora se pretende desaparecer al CONEVAL, organismo autónomo fundamental en el combate contra la pobreza, pues tal como reza el lema de esta institución, lo que se mide se puede mejorar. Sin el CONEVAL, la política social en México perderá una importante brújula y lamentablemente veremos como en el actual sexenio la pobreza y la desigualdad se verán incrementadas.

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